Intangibles.

Son los últimos días del 2006 y antes que el almanaque indique la llegada del nuevo año quería aprovechar para saludar con un cálido abrazo a todos ustedes queridos compañeros de viaje, que han puesto sus mejores intenciones en este proyecto Colectivo.

Este espacio que estamos construyendo juntos me ha llenado de grandes satisfacciones y ha avivado el fuego de las utopías y los sueños expresados en palabras e imágenes multiplicándose en sus voces y en sus gestos, por ello quiero agradecerles de todo corazón por cada uno de sus grandes y pequeños aportes a nuestro querido blog.

¿Qué mejor manera de agradecerles que compartir un inspirador poema escrito por una joven latinoamericana como aporte a la integración de nuestros pueblos?

...Creo además que las palabras de Angela pueden ser tomadas por cualquier persona en distintos lugares del globo; trátese de Latinoamérica, Europa, Asia, Africa u Oceanía apropiándose de ellas y disponiéndose con una mejor acitud interna que sirva para consolidar los espacios en los que pueda desarrollarse la vida en toda su expresión, con todos sus colores y formas.

INTANGIBLE

Laborioso vivía cada uno sus días
seguro de tener la semilla en sus manos
los rebrotes visibles
los sueños alentando los días.

De repente un llamado
levantó nuestras frentes.
Palpitó el corazón
y voló la intuición en respuesta.

¡Al trabajo conjunto!
Y cada uno vino, trajo lo suyo,
y lo sirvió en las mesas de la fraternidad.

Era un algo intangible
el que nos convocaba.
Un anhelo, una visión certera,
un fuego hecho palabra
una activa intención.

Todo se fue sumando,
todo se fue ofreciendo con suavidad.
Dócilmente pasamos a ser uno
un solo ser potente en su diversidad.

Entonces convergieron las palabras y acciones
cada cual en su tema
especialista de experiencias y afectos
entregó dedicado su semilla.

Fue así como brotó cada parte
del cuerpo del nuevo ser humano latinoamericano.

Hemos vuelto a la tierra
portadores de un trozo de ésta nueva historia
que se acuna recién nacida en nuestras manos.

Seguiremos haciendo nuestra parte
mientras rostros humanos de sonrisa amplia
confirman la complicidad que se ha quedado
plasmada en nuestros actos.