viernes, noviembre 24, 2006

Aurora.

Uno, dos y tres.
Un poema que a mi parecer hace mucha falta leerlo para calmar nuestros corazones.

Aurora.

Cuando las brumas
negras
cubrieron hacendosas
la huida del día
hacia el cobijo oscuro
de otra noche
bajo el azul teñido
de rojos tornasoles
y nubes agoreras
de presagios sombríos
alimentando mundos
de alertas y fantasmas
alguien robó los sueños
que olvidó alguna estrella.

Cuando en el aire
calmo
brillaron los colores
como si no hubiese nada
entre el ojo y los montes
despejando los miedos
que anudaban los pechos
y alumbrando esperanzas
de mundos sin dolores
en trinar de festejos
la luz nació de nuevo
y alumbró otra mañana.
Javier Astigarraga.

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2 Pasajeros a bordo:

At 9:57 p. m., Blogger Gaby dijo...

Siempre hay luces que nacen de nuevo,por suerte Marquitos y de eso se trata el vivir! Abrazo

 
At 11:41 p. m., Blogger Marcos Bauzá dijo...

Brindo por más luces que iluminen las mentes de los que nos gobiernan para que cambien de una buena vez!!!

 

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